Jueves, 22 de marzo de 2012. Una desconocida pide información en mi correo electrónico. Es un mensaje de la Biblioteca de la Universitat de Barcelona ¡están interesados en adquirir un ejemplar de mi libro! No tengo ninguna duda, el mensaje tiene un hada madrina, viene siguiendo la estela de Isabel.
Nos conocimos en Zaragoza, en 2006. Cuando la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA) se presentó en la capital aragonesa. Antes de acabar el acto, desde la primera fila de las butacas, Isabel se levantó, se volvió al público que llenaba la sala y dijo: “Joan Manuel Serrat está con nosotros, nos manda su cariño y afecto”. A continuación pasó una hoja para que las personas que estuviéramos interesadas anotáramos nuestro correo electrónico.
La siguiente vez que nos vimos ya fue en las reuniones de ARMHA. Isabel y Jesús eran dos de los miembros más activos e implicados. Siempre que Isabel encontraba alguna noticia sobre mi abuelo me la enviaba rápidamente. En ARMHA fue una militante más, no supe de su profesión ni de su cargo en la Universidad de Barcelona hasta después de su marcha en enero de este año.
La última vez que nos vimos, en diciembre de 2011, me comentó que estaba colaborando con la asamblea del 15M de su barrio ¡como no! Entregada siempre, persiguiendo una sociedad más justa y solidaria hasta el final.
Isabel ha sido un lujo enorme haberte conocido. Como ha sido tu vida es un estímulo para cuando nos fallan las fuerzas y nos cansamos de seguir peleando. Tú nunca te cansabas.
Acabo con el último párrafo de tu inmersión en Costean, hermosa reflexión que acude con regularidad a mi cabeza y tras ella tu recuerdo: “No es posible olvidar sin saber; no es digno no saber; es penoso intuir y no saber. Es necesario saber para asumir dignamente, para situarse personal y sensatamente en el mundo y ayudar a otros a hacer lo mismo”.
Teresa Grasa Sancho
Compañera y amiga en tareas de Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón
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